viernes, 27 de febrero de 2009

Coser y cantar, de Whitney Otto

How to make an american quilt, de Whitney Otto, o en la versión española Coser y cantar, empezó siendo un relato corto para un curso de escritura creativa que cursaba la autora. Le picó el gusanillo y decidió seguir escribiendo. Dejar que el cuento corto creciera. Y acabó convirtiéndose en un libro a caballo entre un manual de instrucciones para novatos que quieran iniciarse en el patchwork y una novela sobre las peculiaridades del amor. La historia versa sobre un grupo de mujeres que cosen quilts juntas. La novela empieza y finaliza con la idea del proyecto, cómo iniciarlo y así hasta que está acabado. Cada mujer aporta sus conocimientos en costura y en este caso, al ser una colcha nupcial, cada aportación versa sobre sus experiencias en el amor.

Lo que más me ha gustado del libro es que está escrito como si también fuera una colcha y cada capítulo aporta indicaciones y el cuadrado cosido de cada mujer y su experiencia vital en el amor. Cuadrados de patchwork más cuadrados de patchwork vitales... El resultado es tan ecléctico como vistoso es el patchwork loco de la portada.
Os copio un extracto del primer capítulo de instrucciones:

Instrucciones nº1

Material de trabajo.
Necesitas un bastidor grande de madera y una habitación lo suficientemente amplia para que quepa en ella. A su alrededor dispón de ocho butacas cómodas, en las que puedan instalarse ocho mujeres de distintas edades, peso, color de piel y orientación cultural. [...] Prepara una enorme jarra de limonada. Como acompañamiento van muy bien las pastas de té.

Al escoger los colores, trata de que casen entre sí. Recuerda el disco de los colores que estudiábamos en la escuela elemental: colores primarios, fenómenos de la luz y la oscuridad; evita los tonos antagónicos, eso desvirtúa el placer de la labor.

[...] Las agujas deben estar muy afiladas para que no rompan la trama del tejido. Son preferibles las fabricadas en Inglaterra. Es menester emplear hilo de buena calidad en abundancia, tanto para coser los parches como para adornar el quilt.


[...] MÁS INSTRUCCIONES

Lo que deberías comprender al poner manos a la obra en la confección de un quilt es que se compone tanto de tiempo libre como de ropa sobrante. De algo que ha quedado después de hacer en casa un vestido, una camisa de hombre o cortinas para las ventanas de la cocina. En el quilt se aprovecha lo que normalmente se tiraría: los "restos". Y se elimina lo que está de más: los "desperdicios". De todas estas sobras surge un objeto nuevo y útil.

Tanto éxito tuvo el libro a los pocos meses de su publicación que Spielberg compró los derechos para adaptarlo al cine. El otro día dieron la peli en un canal de estos locales y vi que estaba basada en una novela y de ahí la lectura y todo el rollo que os he dado... :D Os dejo con el trailer de la peli y sale la escena del gran bastidor con las mujeres alrededor cosiendo, es muy bonita...




domingo, 22 de febrero de 2009

¡Bruja!

Porque parecía que brillaba un poco el sol me puse una falda y protegí del viento frío a mis piernas con unas medias verde oscuro y a mis pies mi última adquisición en el outlet de Camper, estos zapatos masculinos de charol. El conjunto me daba un aspecto carnavalesco muy bruja...

¡Witch witch you're a witch!

sábado, 14 de febrero de 2009

Blu

Hace unos días bajaba del bus para dirigirme a la biblioteca donde trabajo. Caminaba a prisa porque en la ya mítica, y levantada por las obras, Plaza Lesseps había un embotellamiento y llegaba tarde, cuando me topo con una cámara bien grande de vídeo posada en un trípode, que por poco me como. Al girar la cabeza para ver qué grababa, veo a un tipo subido a una escalera, pintando en el muro de la calle de encima de la biblio.
El dibujo no se apreciaba. Estaba empezando. Hacía tanto frío que pensé que ésa era la razón de la gran capa que ocultaba al pintor, casi parecía que llevaba un burka.
Uy, pienso, cuando los vecinos llamen a la urbana. Y me voy.

Días después me topo en el diario a un tiburón nadando en el muro de la calle. Resulta que el friolero de la capa era Blu, el grafitero que decoró la fachada de la Tate Modern. ¡Qué fuerte! ¡Qué cosas más extrañas te pasan cuando vas al trabajo! El susodicho tiburón parece fiero y sus escamas son verdes billetes de cien euros.
Me regocija que este barrio al que vengo a trabajar, y del que cada día que pasa me enamoro más, tenga un reclamo artístico como éste. A ver si dentro de poco veo a algún japonés que al salir del Park Güell se acerca a fotografiar al tiburón...

Podéis leer la notícia aquí y aquí, con vídeos donde opinan los vecinos y aquí el proceso colgado en el blog de Blu.

martes, 10 de febrero de 2009

El señor Pip, de Lloyd Jones

Si la Matilda de Roald Dahl se convirtió y se ha mantenido en un símbolo del poder de la lectura, esta Matilda que construye Lloyd Jones para su novela El señor Pip es un nuevo referente lector.

Nuestra protagonista vive en Bouganville, una apartada isla del Pacífico asolada por una guerra civil, en un poblado costero donde el único hombre blanco que queda se decide a reabrir la escuela. Como no es maestro se le ocurre impartir clase siguiendo un curioso método: leyendo cada día fragmentos de la novela Grandes esperanzas de Charles Dickens. Alternando la lectura del libro al Sr. Watts (que así se llama el maestro) se le ocurre que los padres de los alumnos podrían ir a la escuela y dar consejos a los niños sobre todo aquello que crean necesario en la vida.

Las aventuras de Pip en Grandes esperanzas cautiva a los niños, en especial a Matilda que vive fascinada por el personaje, cavilando sobre sus desventuras, cuestionándose sus actos, llegando a un punto en el que la línea entre realidad y ficción parece desdibujarse.
Su madre, que no está muy de acuerdo con esta línea pedagógica, se huele que su hija la ha perdido como referente adulto, que ya no es ella únicamente su referente adulto y se enfrenta directamente al Sr. Watts reprochándole el abandono de las enseñanzas de los textos bíblicos, la moral y la fe.
La tragedia caerá sobre el poblado cuando unos guerrilleros confundan a Pip con una persona real, con un rebelde que los lugareños esconden.

El señor Pip es una historia que me ha conmovido profundamente, que habla del poder de la lectura como creador de un mundo paralelo, ajeno, al que podemos ir a refugiarnos cuando el propio es frío, cruel o áspero. Como llegar a casa después de un largo viaje, a una casa calentita y cómoda.

JONES, Lloyd. El señor Pip. Barcelona: Salamandra, 2008. 253 p. ISBN 978-84-9838-179-5.
JONES, Lloyd. El senyor Pip. Barcelona: La Magrana [etc.], 2008. 247 p. ISBN 978-84-9867-262-6.


miércoles, 4 de febrero de 2009

Están matando a los grandes chefs, de Nan & Ivan Lyons

Cuando llegaron las novedades mensuales en novela a la biblioteca y saqué de la caja Están matando a los grandes chefs supe que tenía que leérmelo ya porque:

1. me encanta cocinar y me parece espeluznante que se asesine a los grandes chefs, ¿qué haríamos sin ellos los cocineros amateurs?

2. me cuestioné quién sería capaz de matar a los grandes chefs sino ellos mismos, y este último año han dado buena cuenta de ello...

Así que para resolver ese misterio culinario me puse a leerme el libro que me enganchó desde el primer capítulo (para muestra un botón).

Los mejores chefs se ven asediados por un asesino que los liquida uno a uno y por si eso no fuera suficiente encima lo hace con recochineo, utilizando el método del que dichos chefs se valen para cocinar su plato estrella: horneados, prensados, abiertos en canal como una langosta... Natasha O'Brien, gran chef norteamericana, es señalada como la principal sospechosa por la policía por el hecho de mantener una gran y personal relación con las víctimas, lo que para ella es señal de que será la siguiente en morir así que tendrá que descubrir quién es el asesino antes de que la mate.

Como en cualquier novela de asesinos al uso, el objetivo es llegar hasta el final para descubrir quién es el asesino y en el caso de que el autor nos lo rebele antes digo yo que será para que conozcamos sus razones, sus sin razones o para elucubrar lo que sea. En este caso los Lyons nos desvelan la identidad del asesino antes de llegar a la mitad del libro (aunque cualquier buen lector de novela negra descubrirá bastante antes porque el móvil es más que evidente durante la lectura del primer capítulo...) personalmente pensé que nos habrían construido un personaje más rico psicológicamente y que acaba siendo un pelele más bien tonto.

El libro me ha decepcionado en este sentido, pero me ha gustado mucho la idea y el argumento en general, aunque quizá una construcción diferente, donde no fuera tan visible la estructura, hubiera sido más positiva. Otra cosa positiva para los cocinillas como yo, después de cada asesinato los autores nos regalan la receta del asesinado en cuestión.
La mejor escena del libro: cuando Natasha se reúne con los grandes chefs parisinos alrededor de la maravillosa fuente de los Jardines de las Tullerías en París y acaban todos discutiendo por quién debería ser la próxima víctima, papel que quieren personalmente lo que significaría ser el mejor chef de París. Típico de cocineros...

LYONS, Nan ; LYONS, Ivan. Están matando a los grandes chefs. Barcelona: Ámbar, 2008. 253 p. ISBN 978-84-936627-2-1.

domingo, 1 de febrero de 2009

Diario de una stripper, de Diablo Cody

Supe por primera vez de Diablo Cody en la entrega de los Oscar del pasado año, supongo que como la mayoría de personas. Me llamó la atención que se atreviera a desafiar al supuesto buen gusto vistiendo el vestido leopardo con el que enseñaba desde el tobillo hasta prácticamente su oscuro y siniestro taco de lengua.
Y encima se lleva el Oscar al mejor guión, ¡será atrevida la stripper!

Empaticé rápidamente con su imagen y su personaje. Es una tía rara, dirían, ¿no? Con talento e inteligencia ¿para qué deja toda su vida para dedicarse al striptease? Pues ves a saber. Por eso cuando llegó a la biblioteca su libro resultado de novelar el blog que escribía contando sus experiencias como bailarina de striptease novata y después no tan novata, pues pensé, a leerlo.

El resultado es una novela amena y divertida que trata con un humor bien ácido las experiencias exhibicionistas en tugurios que me imagino como mínimo pegajosos e incluso podremos encontrar todos lo que queráis empezar en el negocio del despelote una serie de consejos sobre vestuario, música e incluso el nombre que no debemos ponernos para striptear. Son muy divertidas las anécdotas que vive en su evolución de stripper a artista de peep-show con los fetichismos de su público. Tela marinera. Muy entretenido. Oye que después escribió Juno y ahora trabaja para Spielberg, se nota que la chica es culta.

Vaya usted a saber, a lo mejor la solución para cambiar de vida y encontrarse a uno mismo se consigue desnudándose ante los demás. Habrá que empezar a entrenarse para el próximo casting en el Bagdad...

CODY, Diablo. Diario de una stripper. Pozuelo de Alarcón: Espasa Calpe, 2008. 219 p. ISBN 978-84-670-2917-8.