jueves, 2 de julio de 2009

La reina al palau dels corrents d'aire, de Stieg Larsson

Supongo que a estas alturas todos los larssonadictos ya habréis devorado la tercera parte de la serie Millenium. Yo me lo acabé a los tres días de haberlo comprado y realizando un último sprint que me suposo estar en vela toda una noche enganchadísima a la trama.

El tema sobre el que pibota La reina en el palacio de las corrientes de aire es el espionaje y tiene como protagonistas a los responsables de la entrada en Suecia del padre de Lisbeth, el espía tránsfuga ruso Zalachenko.
El autor lleva al lector atrás en el tiempo cuando Lisbeth ataca a su padre con un cóctel Molotov y es internada en un psiquiátrico para que no destape la corrupción cometida por el servicio de inteligencia sueco.
En el capítulo en que se nos presenta al antiguo jefe de La Sección, Larsson da una lección magistral sobre espionaje y la Säpo dando cuenta de la cantidad de documentación que debía manejar este hombre.

Toda esa información me pareció especialmente interesante y me hizo recordar un pequeño armario camuflado que tenía mi abuelo en la galería de su casa donde guardaba los "libros importantes", los que le podrían llevar a la cárcel de nuevo si resucitaba Franco y los pillaba, como decía él. Eran libros sobre comunismo, espionaje, corrupciones cometidas por la Iglesia, el FBI, la CIA... Por supuesto a mí esos libros me parecían un tostón y el que me llamó la atención fue un libro que no se sabe cómo se coló entre los importantes, la novela Tiburón en la que se basó la película.

Y volviendo al tercer Larsson, otros elementos que destaco son: el crecimiento del personaje de Lisbeth de forma espectacular y que a mí gusto hace quedar prácticamente a Mikael Blomqvist como un 007 a lo sueco (aunque hay ser justos y decir que vive un momento estelar con el móvil camuflado en el hospital...); el realismo y la profusión de detalles con los que narra Larsson la historia y que aplica a los temas centrales como el espionaje o a los meros anecdóticos como la instalación de una alarma; la tensión con la que se mantiene la trama desde la mitad del libro y que culmina con el juicio a Lisbeth y por último la maestría que denota el autor al conseguir atar todos todos absolutamente todos los cabos de la historia que empezó con Los hombres que no amaban a las mujeres.

Por último me gustaría arañar un pequeño espacio para mi pataleta personal: a todos aquellos que denigran la serie Millenium por ser un súper ventas o porque directamente no la escribieron ellos debo decir:
a) a ver quién es el guapo que consigue escribir tres libros con tanta profusión de realismo, detalles y acciones sin que se les desmonte ni una y consiga concluirlo con éxito...

b) quién ha dicho que esta serie sea existencial y el hecho de no serlo la convierta en menos buena, el que lo haya dicho es tonto porque yo no oído nunca que se la describiera de esa forma...

c) desde cuando es negativo que una lectura sólo aporte entretenimiento, ¿no es ése el objetivo principal?, joder cuánto envidioso y frustrado hay suelto...
FIN DE LA PATALETA

1 comentario:

Cristina dijo...

De Larsson no puedo decir nada porque no he leído ninguno de los libros de la saga peeero no quería dejar felicitarte por tu "pataleta personal" que sin duda es una de mis pataletas personales también.