miércoles, 28 de abril de 2010

I gotta feeling...

Cuando iba al colegio y cursaba la mítica EGB, era una de las pocas, por no decir la única, niña que quería jugar al fútbol. Pocas veces me dejaron participar los chicos y aunque no era mala del todo, tenía la fea costumbre de repartir estopa a la mínima. Así que casi siempre acababa expulsada. A medida que crecía lo fui dejando y me integré en los deportes “femeninos” del patio, siendo el rey el voleibol, pero aún así “el fútbol era lo más de lo más”.

Y en casa: lo mismo. Si rebusco entre mis más preciados recuerdos infantiles, destaco aquellos relacionados con el Barça: las cenas en la mesilla del comedor delante de la tele mirando los partidos, los gigantescos paquetes de pipas que consumíamos histéricamente hasta que los labios se nos hinchaban a lo neumático, los rituales y altares que montaba mi hermana antes de los encuentros (banderas, miniaturas de los jugadores, fotos, autógrafos...), los gritos desgañitados por los goles, la vergüenza que pasaba mi madre por los vecinos y el suplicio por el supuesto gafe que aportaba ella a las derrotas culé, aquella celebración de la liga tinerfeña por las calles de Madrid, las retransmisiones del Força Barça de Arús y compañía con su famosa carta... (no quiero ni pensar el nombre por si acaso ataca el gafe)... No acabaría nunca la lista.

Dicen que tradicionalmente la afición culé es pesimista, que se hunde fácilmente, que a la primera de cambio adiós muy buenas. Seguramente sea así. No puedo afirmar que no me desanime profundamente con derrotas como la de la semana pasada, pero suelo ilusionarme pronto si la situación es propicia. Y en los dos últimos años no recordaba pasarlo tan bien con el Barça desde el Dream Team, así que ¿por qué no iba a ser posible una remontada? ¿por qué albergar esa ilusión tendría que tildarse de prepotencia? ¿qué tendrá que ver el tocino con la velocidad? Los jugadores lo están haciendo bien y creo que los aficionados también (atención, hablo de la gente que está bien de la cabeza, no de los que tiran cosas, insultan y caen en el intercambio fácil de tonterías de los demás no-normales). En la última semana no había visto tanto símbolo azulgrana (que no se refiera a una celebración posterior), ni tanta gente con las camisetas, hablando de la magia, la felicidad. Todo el mundo está con ganas de ver fútbol, de ir al campo, de animar, de pasarlo bien..., pues vamos a dejarlo así, hombre, dejemos disfrutar al personal. Y si pasamos genial y si no, pues que nos quiten lo bailao...

Para acabar les insto a que escuchen la retransmisión del Força Barça antes mencionado de los partidos F.C. Barcelona - Real Sociedad y Tenerife - Real Madrid de la temporada 92/93. No tiene desperdicio. Y a disfrutar todo el mundo con el buen fútbol que segurísimo podremos ver esta noche. ¡Força Barça! ¡Amunt la remuntada!


2 comentarios:

bravecoast dijo...

jajaja FADETA QUE FUERTE! que escucharas el Força Barça por la radio! yo también lo hacía era lo MEJOR, me encantaba que cuando el partido era aburrido pasaban del futbol y se cachondeaban de cualquier cosa, las imitaciones y por supuesto ... LA CARTA VXXXZ!!!! recuerdo que la jugaban cuando quedaba pocos minutos y no iban bien, y casi siempre pasaba una de dos... o gol de barça o gol del otro equipo, ahí estaba el riesgo jajaj
También recuerdo que si jugaban coincidiendo con Miss España, mandaban a la mierda el futbol y retransmitían directamente la gala de la tele criticando a las mises! Eran la polla.

ChetoCheta dijo...

No es por echarme flores pero mis altares eran lo más de los más!