lunes, 27 de septiembre de 2010

Tor: tretze cases i tres morts, de Carles Porta

Hará unos cuantos meses le expliqué a un amigo la anécdota ocurrida en el pueblo de un conocido sobre un hombre anciano que ante la llegada de un funcionario de la diputación correspondiente que le pedía que se aviniera a realizar la parcelaria de sus tierras, respondió persiguiendo al susodicho hasta los límites del pueblo escopeta en mano.

Yo le expliqué a mi amigo esta anécdota sorprendida por el comportamiento del abuelo (el mismo que el resto del pueblo) y entonces mi amigo me recomendó la lectura de Tor: tretze cases i tres morts (Tor: la montaña trágica, en su edición al castellano), un libro que explica la historia de un pueblo catalán en el que vivían poco más de un centenar de personas repartidas en trece casas y en el que los conflictos por la propiedad de la montaña se alargan durante más de un siglo produciéndose tres muertes.

El conflicto nace cuando en 1896, y ante la llegada del Código Civil, los vecinos de Tor se deciden a crear la “Sociedad de Condueños de la montaña de Tor” y así protegerse de futuras personas de fuera del pueblo que quisieran aprovecharse y/o adueñarse de la montaña (de gran valor por su situación estratégica de comunicación con Andorra para el narcotráfico y por los recursos naturales). La única condición para ser condueño era “mantener fuego” todo el año, es decir, residir en el pueblo, pero las condiciones climatológicas y las oportunidades económicas hacen que la mayoría de familias bajen a vivir a otros pueblos y ciudades durante el invierno (en el que Tor queda totalmente aislado). Así, se genera un conflicto entre dos caciques del pueblo que quieren ser considerados únicos dueños de la montaña cuando un próspero negocio para construir una pista de esquí se vislumbra en el horizonte. Un pastel que no apetece mucho compartir…

El libro es fruto de la investigación que el periodista Carles Porta realizó a finales de los 90 sobre el asesinato de José Montané “Sansa” (uno de los caciques) para el programa 30 Minuts (podéis ver el reportaje aquí), pero la historia superó las expectativas periodísticas y se transformó en el libro que es de claro género periodístico donde el autor, a parte de facilitar los datos del caso también nos transmite sus opiniones y sensaciones a medida que la investigación avanzaba.

La lectura del libro es fascinante y te engancha de tal manera que yo me lo leí de un tirón en un sábado de lluvia. Los hechos y sucesos que se van acaeciendo a lo largo de la historia están muy bien narrados y toda la trama te hace reflexionar en cómo el rencor, el odio y el aislamiento pueden envenenar tanto a las personas.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Mi particular Arca de Noé "lijera" (I)

En esta época del año los niños ya han vuelto al colegio (los que sois padres por supuesto que ya lo sabréis, claro) y como tan sólo llevan unos días tampoco es que estén enfrascados en muchos deberes. Aunque los más pequeños se encuentran atareados decidiendo qué mascota será la elegida para la clase. Los que ya han votado llevan varios días viniendo a la sala infantil pidiéndome cuentos sobre los animales escogidos democráticamente. Así que poco a poco, estoy recopilando (y haciendo unos esfuerzos de memoria para recordar mis cuentos favoritos) una serie de títulos que conforman una nada desdeñable Arca de Noé "lijera".
Con los animales más demandados estoy confeccionando un particular ranking (aviso: ya no quedan libros de tortugas ni de águilas en la biblioteca):

De entre los cuentos de tortugas,
uno de mis favoritos es
Arturo y Clementina de Adela Turin.

Entre todos los leones me decanto por Un león en París de Beatrice Alemagna
y Mi león de Mandana Sadat.

Por primera vez desde que trabajo en esta biblioteca, una clase ha escogido a los cocodrilos como mascota, aunque el año pasado hubo una clase que escogió los tiburones... Mis cocodrilos preferidos son Me comería un niño de Sylvane Donnio y Els cocodrils no es raspallen les dents de Colin Fancy.

Los caracoles son animales muy frecuentes como mascotas de clase y cada año a finales de septiembre ya no queda nada de nada sobre ellos. Entre todos, incluso los que habitan a puñados en la terraza de la sala infantil, me quedo con La casa más grande del mundo de Leo Lionni y Libro caracol de Javier Sáez Castán.

Los gatos tampoco son muy habituales (supongo que es porque no caen muy simpáticos, craso error), pero parece que las clases se animan con ellos. Mis felinos preferidos son El ratón del Señor Maxwell y cualquier cuento del Gato de Satoshi Kitamura.

Así, poco a poco, y gracias a este tipo de consultas, llega un punto en que puedes recordar un cuento o dos de muchos animales, aunque debido a las mejoras en la catalogación de los cuentos infantiles, en nuestro catálogo se pueden localizar muchos cuentos relacionados con animales concretos. Un gran alivio para mis biblio-compañeros no especialistas en LIJ que se vuelven locos cuando un niño les pregunta "¿Tienes cuentos de moscas?"...

miércoles, 22 de septiembre de 2010

la Diada

Primeras fotos de la Diada con la nueva cámara...

de rechupete

en la Setmana del Llibre en Català

en el Parlament

en la maravillosa instalación de re]creat[

lunes, 20 de septiembre de 2010

Da rabia

Da rabia cuando te desplazas a un sitio expresamente y te lo encuentras cerrado, pero es que antes hay que cerciorarse que estará abierto.
Recuerdo que hasta la Mercè las bibliotecas de Barcelona abren en horario de verano...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ante la crisis, biblioteca

Me permito tomar prestado el título de esta entrada y unos fragmentos de la editorial de la revista Educación y Biblioteca, de su número 178 julio-agosto, que me han parecido muy muy interesantes y que me gustaría compartir con vosotros:

El 28 de juliol de 2009, el presidente saliente de la Asociación Nacional de Bibliotecarios de Estados Unidos (ALA), Jim Retting, dio una conferencia en la Biblioteca Nacional [...], habló del impacto negativo que la crisis estaba teniendo en las bibliotecas por los recortes sufridos, pero también recalcó la importancia que cobraban las bibliotecas entre la ciudadanía norteamericana por ser los únicos lugares donde podía acceder, gratuitamente, a la información impresa e Internet.

La biblioteca está sujeta a la actual política restrictiva de recortes; pero sigue siendo un espacio donde las personas pueden acudir para formarse y potenciar su autoestima, para tener acceso a un ocio alternativo... En definitiva, para leer y no dejarse influir por los grandes poderes mediáticos, económicos y políticos que nos quieren hacer creer que la situación de crisis no tiene responsables, es inexorable y nada se puede hacer para salir del atolladero.

[...] Los servicios bibliotecarios públicos son una pieza fundamental "en ese círculo virtuoso que hace que a mayor educación y cultura se creen mayores posibilidades para el desarrollo".

Estos fragmentos son parte del editorial de la revista, pero les recomiendo que se acerquen a su biblioteca más cercana a leer el amplio dossier titulado La relevancia social de la biblioteca en tiempos de crisis, ya que incluye reflexiones sobre el tema, el estado de la cuestión en diferentes tipos de servicios bibliotecarios y países, buenas prácticas y mucha inspiración.

viernes, 3 de septiembre de 2010

(29) Lo que no recibí y yo ya me he comprado

Lo bueno de tener una lista de deseos materiales que te gustaría recibir por tu cumpleaños es que aquello que no te regalen siempre te los puedes comprar tú. Y como queda constancia de ello en una lista, no se te olvida. En mi caso se añade además del hecho de que no me lo compraron, que el destino se ha aliado a mi favor en estos dos caprichines...
1º: mi cámara compacta murió en Viena hace dos semanas y nos dejó con sólo las pocas fotos que pudimos tomar la primera noche, así que me liberaba del sentimiento de culpabilidad por anhelar mi objeto de deseo fotográfico, la Olympus PEN E-PL1. Todavía estoy de duelo por la gran Pentax compacta que tenía, hizo buenas fotos y aguantó hasta el final...

2º: También en Viena, y gracias a la muerta de la Pentax compacta, entramos en una tienda Lomo para ver si tenían desechables y ahí estaba mi submarino amarillo para tomar el te. Todavía conmocionada no se aportaron razones negativas para su compra y se vino para Barcelona. Un par de días más tarde de nuestro regreso, vi el submarino en una tienda y pensé "seguro que aquí será más barato" y no, lo compré mejor de precio en Viena. Así que la compra salió hasta bien de precio.

Ahí se acaban los auto-regalos, ya que ahora mismo estoy viviendo la época del terror ahorrador, es decir, ni un sólo gasto más allá de la propia subsistencia alimenticia y del confort del hogar. Y encima es un terror mayor después de ver el recorte que desde la administración le han pegado a mi nómina: 90 euros menos. Y no es que fuera nada del otro mundo...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

De vuelta

Con la que nos está cayendo quizá quejarse o lamentarse por tener que volver al trabajo no sea lo más políticamente correcto, y aunque soy mucho más que feliz dedicándome a mi profesión, creo que no sería muy humano y normal que no nos lamentáramos un pelín por el fin de las vacaciones y el tiempo libre. Aunque sólo sea un poquito.
¡Feliz rentrée para todos!