lunes, 27 de enero de 2014

Pulmons, de Duncan Macmillan, en la Sala Beckett


El pasado domingo nos escapamos al teatro. Hacia ya tiempo que no íbamos y no puede ser. En realidad miento. En Reyes fuimos, pero por cuenta ajena, gracias a mi hermana postiza que nos regaló un par de entradas para ver a Berto Romero. Como disfruté tantísimo con su libro sobre la paternidad pensó, “ésta se va a reír bien, y en directo.” Efectivamente, me mondé de la risa.

Así que la primera obra que hemos ido a ver este año por cuenta propia, es Pulmons de Duncan Macmillan. Quizá el contenido argumental sea lo menos interesante, desde mi punto de vista claro, ya que ahonda en la típica ansiedad treintañera sobre la pareja, tener hijos, tu lugar en el mundo, etc. Un conjunto de neurosis que al no tenerlas pues no me llaman mucho la atención, me cargan un pelín.
Por cierto, a colación sobre esta ansiedad, os recomiendo especialmente la lectura de Dejad de lloriquear: sobre una generación y sus problemas superfluos, de Meredith Haaf.


En realidad la inseguridad sí que me asaltó un poco cuando empezamos a plantearnos la paternidad, pero sin llegar a ponerme neurótica. Durante la obra, la pareja protagonista reflexiona sobre la conveniencia de traer más niños a este mundo, sí es egoísta o no hacer y el tipo de padres que acabarás siendo.
Ser padres o no es la excusa para retratar la historia de esta pareja que va y viene en pequeños flashes vitales perfectamente coreografiados (gran trabajo Núria Legarda).

Alrededor de una cama como único elemento del decorado se desarrolla toda la historia. Es una cama en sí, pero también es la barra de una cafetería, entre otros escenarios. El ambiente de intimidad que se desarrolla entre los actores y el público es total, yo a veces incluso me sentí un poco voyeur al conectar tanto con ellos y su historia.
El activo, entonces, de Pulmons es su continente más que su contenido, sin querer desmerecerlo. Los actores Carlota Olcina (la pobre casi no puede ni respirar gracias a los monólogos sin pausa que se marca su personaje) y Pau Roca hacen un gran trabajo, con mucha química entre ellos; y la directora Marilia Samper y la coreógrafa Nuria Legarda bordan el montaje de la obra.


En resumen: nos encantó. Además fue nuestra primera experencia con el método de pago de la taquilla inversa que encontré muy interesante. Hasta el 9 de febrero tenéis tiempo de disfrutarla en la Sala Beckett.

viernes, 10 de enero de 2014

En la biblioteca... hay muchos números

Mostrador de préstamo. Suena el teléfono. Es un hombre. Quiere que le renueve el préstamo de un libro. 
Le digo:

- ¿Tiene usted su carné a mano?
- Sí.
- ¿Me dice el número, por favor?
- ...silencio...
- ¿Oiga?
- Es que en el carné no hay ningún número.
- Fíjese, ya verá como sí, debajo del código de barras.
- [Indignado] Oiga, ¡esto no es un número, son muchos números!

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martes, 7 de enero de 2014

Padres jashondos

Hoy quiero recomendaros un par de libros escritos por padres jashondos que abordan el tema de la m(p)aternidad de manera desenfadada y divertida.

El primero es Padres no ñoños: cómo tener un bebé y no volverse unos cursis, una lectura que se me hizo fundamental por aquello de haber sido testigo en la sala infantil de la biblioteca de multitud de casos de adultos que daban vergüenza ajena después de haber sido padres. 
La transformación, que algunas ya sufren desde el embarazo mismo, pero sobre todo la posterior, una vez ya tienes al crío en casa, es una de las cosas que más miedo me daba. El libro está estructurado en capítulos, con cada acción a evitar. Muy divertido. Escrito por Ata Arróspide, papá no ñoño, empezó con un blog que ahora hasta incorpora tienda online donde venden su propia línea de ropa y accesorios no ñoños para los bebés.
Destaco un par de citas que me han hecho sonreír, empezando por el tema clásico de "¿cómo vais a vivir en este piso tan pequeño?" hasta el "¿no vas a comprar este chisme taaaaan indispensable para tu bebé?":

"Recuerdo que, cuando yo era niño, todo era mucho más pequeño, aunque a mí me pareciera más grande. Sobre todo las casas y los coches. Y cabíamos. En cambio, ahora hay mucha gente que los oyes y piensas:¿dónde vivían éstos en los setenta o en los ochenta? ¿En la mansión de los Colby?"

Y otra cita clásica en la que me he visto involucrada infinitas veces por padres desesperados en la sala infantil de la biblioteca:

"Pero todavía hay una variante más retorcida y enrevesada de dar el cante en las conversaciones con tu bebé: involucrar directamente a un extraño que no tiene culpa alguna: ¡¡¡Cómete el yogur porque si no va a venir este señor y te va a comer el culo y te va a llevar a un sitio que tiene jaulas para los niños que no comen!!! Y el pobre señor es un buen hombre que jamás le ha hecho daño a nadie."

La segunda propuesta es el libro Padre, el último mono de Berto Romero, Oriol Jara, Roger Rubio y Rafael Barceló. Si el primero me pareció ingenioso y divertido, éste fue desternillante. Literalmente me daban ataques de risa en el autobús mientras lo leía de camino al trabajo. Era para verme.
Planteado desde el punto de vista masculino, aborda desde el embarazo a las primeras semanas de vida del retoño resultante, con el padre como testigo prácticamente inerte del proceso. No tanto por voluntad propia sino por una especie de conspiración social hacia la integración masculina en el milagro de la vida. Yo que siempre he sido un poco masculina, me he sentido muy reflejada en el libro, dado que no me han interesado mucho las diferentes fases del embarazo, tampoco he tenido antojos, ni cambios de humor... Soy raruna.
También os diré que el hecho que os guste el humor de Berto Romero es un punto a favor para leer este libro.
Así que aquellos padres que quieran involucrarse encontrarán cantidad de consejos e información que les vendrá muy bien tener en cuenta y encima todo explicado de una manera tan divertida, surreal, amena y original que parecerá que no estáis aprendiendo, cuando sí lo hacéis. ¿Un ejemplo?

"Una advertencia, cuando salga la placenta, no es recomendable que el padre haga bromas del tipo: Esto guárdemelo en un tupper que cuando viene de visita Tom Cruise nunca sé qué sacarle para picar.
Aunque nunca habrá mejor lugar ni momento para soltar este chiste, cualquier miembro del personal sanitario que atiende partos habrá oído esa broma tantas veces que lo único que les impedirá tirarle la placenta a la cara es que las normas del hospital son muy específicas respecto a atacar a los usuarios con desechos clínicos."

Ambas lecturas las tenéis disponibles en la red de bibliotecas de la provincia de Barcelona. Si pincháis en el título de cada libro, seréis dirigidos al catálogo y podréis comprobar qué bibliotecas los tienen disponibles.